La actividad creativa de cada uno se relaciona directamente con la variedad y la riqueza de la experiencia acumulada.
Los maestros deben proporcionar a sus alumnos experiencias diversas que le den al niño la oportunidad de desarrollar su creatividad y fomentar su imaginación.
Para ello, los maestros no deben olvidar las enseñanzas de la educación artística y la educación musical, ya que son dos áreas íntimamente relacionadas con la imaginación y la creatividad.
A través de la música los alumnos pueden sentir y dejarse llevar por sus emociones, y describir lo que escuchar a través de expresiones plásticas y actividades manuales, a través del dibujo.
Si somos capaces de formar a nuestros alumnos con una base de imaginación y creatividad, estaremos formando mejores personas.
Además, los alumnos aprenden a organizarse y a sentirse satisfechos con el trabajo realizado, mejorando su autoestima y dando la oportunidad de mejorar día a día.
La creatividad influye mucho en el desarrollo personal de los alumnos.
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