“El hombrecillo de papel” es
un libro para todas las edades, ya que invita al lector a realizar una
reflexión sobre él.
La historia comienza cuando
una niña muy imaginativa decide crear objetos con papel de periódico para
entretenerse, ya que se aburría mucho. Con el papel de periódico hizo un gorro,
una pajarita, un barco y, finalmente, un hombrecillo de papel. Este hombrecillo
cobra vida, y juntos fueron al parque a jugar con todos sus amiguitos y
amiguitas.
El hombrecillo quería hacerse
amigo de los niños y niñas, y para divertirles, les contó muchas historias que
él sabía. El problema era que esas historias eran sobre guerras, desgracias y
catástrofes que ocurrían todos los días, y todos los niños se pusieron muy
tristes. Al verlos así, el hombrecillo de papel se entristeció mucho, y decidió
borrar en una lavandería todas las historias de su papel, y quedar limpio. Cuando
estaba blanco, muy contento, fue a buscar a los niños y niñas para hacerlos
sonreír, pero se dio cuenta de que no podía contar nada, pues estaba vacío.
El hombrecillo se fue triste,
pero descubrió que podía llenarse de flores, pájaros, momentos buenos,
recuerdos maravillosos, la naturaleza del paisaje y las acciones de la gente
buena y de esta manera, contar historias agradables y divertidas a todos sus
amigos.
El cuento aborda varios temas que se
interrelacionan dentro del libro, pero el que más destaca sobre los demás es el
tema de los medios de comunicación y su función. Los medios de comunicación de
masas producen habitualmente un gran ambiente de pesimismo, debido a la
cantidad de noticias negativas que se presentan a diario. Esto se plantea en el
libro de una forma clara, crítica y sencilla, al alcance de todos.
Los medios deben informarnos
sobre la realidad y actualidad en que vivimos, pero debido a su manipulación
sensacionalista lo que se acaba ofreciendo a los ciudadanos es un ambiente de
negatividad. Asociamos las noticias y la comunicación a las desgracias y
catástrofes que se producen, dando menos importancia a lo positivo, las
acciones buenas, los ambientes de confianza y amabilidad de las personas.
Este libro propone una
búsqueda de ese lado bueno del ser humano y explotarlo en la sociedad. Se
realiza un llamamiento al descubrimiento de los pequeños detalles que hacen
grande la vida, el fomento de valores fundamentales como la solidaridad, la
amabilidad, la generosidad, la amistad, la alegría…
Todos estos valores existen a
nuestro alrededor, y únicamente debemos pararnos a observar y así poder
disfrutar y compartir la vida con los demás.
Este cuento transmite una serie de mensajes y valores muy importantes para la educación. Nos encontramos con la
importancia del juego colectivo para superar las dificultades; la importancia
de la imaginación, ya que permite “dar vida” a cualquier cosa, y debemos
fomentarla; la verdadera amistad, cuyo objetivo es hacer felices a los demás; y
finalmente el valor de la generosidad, ser capaces de dar sin esperar nada a
cambio.
Todos estos valores llevan a
la reflexión de los niños, y si conseguimos que se den cuenta de ello,
conseguirán ser mejores personas en el futuro.
Debemos aprender a ser críticos con toda la
información que recibimos, analizarla y ser capaz de crear una opinión propia
sobre todo. Para ello, es muy recomendable contrastar informaciones y no fiarse
de una única fuente, ya que muchos medios tratan de manipular para mostrar lo
que a ellos le interesa. Siendo críticos y contrastando información, podremos
crear una opinión propia al respecto y así poder valorar las cosas de manera
objetiva.
*Imágenes sacadas del cuento "El hombrecillo de papel", de Fernando Alonso.
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