martes, 26 de febrero de 2013

EL PODER DE LA CULTURA VISUAL

Históricamente, la educación artística se ha visto en la cultura popular como la asignatura en la cual cada alumno debía realizar manualidades, hacer visible al artista que llevaba dentro o la realización de láminas y láminas. Consistía en aprender habilidades y técnicas con las que elaborar obras artísticas personales.

Sin embargo, la educación artística sirve para mucho más que eso.

El alumno puede interpretar la historia del arte y así poder descubrir las ideologías y pensamientos de épocas pasadas.

La cultura visual de la actualidad poco tiene que ver con la de hace años. Las nuevas tecnologías han cambiado la percepción del mundo, y debido a los múltiples medios de comunicación, las personas y sobre todo, los más pequeños, estamos expuestos a cantidades inmensas de imágenes que llevan mensajes ocultos, publicidad encubierta, destinada a favorecer el consumo de productos en una sociedad cada vez más consumista y capitalista.

                                                           Imagen: blog.educastur.es

Aquí debe cobrar importancia el papel del maestro ya que, en este ámbito de la educación, además de fomentar la creatividad y la participación activa de nuestros alumnos, debemos orientar y educar el sentido de la vista y, sobre todo, proporcionar las herramientas necesarias para que en el día de mañana sean capaces de poder valorar críticamente lo que ven, razonar y así tener poder de elección.

La expresión plástica debe servir para crear una cultura visual, una educación visual con la que ser críticos ante lo que vemos, educar a las personas para que sean participativas y se impliquen creativamente en aquello que hacen.

Nuestra tarea no es la de formar artistas, sino la de formar personas.

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